¿How are you?-
¿Cómo, Ud. todavía no se globalizó?. Es decir, ¿no se dio cuenta que la "modernidad" sobrepasó las barreras nacionales?
Ya no somos argentinos, somos -y pareciera que no es poca cosa- ciudadanos del mundo. Un mundo en el que no tenemos injerencia, en el que carecemos del poder de decisión. En última instancia, carecemos de poder.
Somos notablemente un país satélite, subordinado a los intereses de comunidades económicas multinacionales.
En la actualidad incorporamos nuevas palabras al léxico castellano y archivamos otras. Globalizar esta dentro de las primeras, mientras que ética y moral parecieran haber pasado al museo de las cosas perdidas. El país no puede vender territorio, entonces lo canjea por capitales golondrinas que vienen del otro lado de la cordillera. (¿O del otro lado de la poligonal?)
Y cuando nos ponemos el pijama -de entrecasa- culpamos al gobierno. En voz baja, por supuesto..
Me pregunto qué hacemos cuando estamos en la calle. De qué forma defendemos nuestros derechos.
¿Daríamos gentilmente a un vecino la cocina, el comedor o el dormitorio de nuestra casa con la excusa de la buena vecindad?.
Si no es así ¿por qué no defendemos la Casa Grande, la Casa de nuestros hijos? Y además, las cosas que estan en la Casa, la esencia de Nación, las tradiciones, el arte y la cultura que nos son propios, la lengua.
No hace mucho tiempo ibamos al mercado, ahora vamos al shopping.
Si estabamos apurados comíamos una minuta, ahora debemos ir al Fast Food.
Si despues de almorzar queremos gratificarnos ya no vamos a la heladería, sino a la gelatería.
Un espectáculo ahora es un show, el peluquero es coiffeur.
No hacemos gimnasia, hacemos aerobic, step o gym.
El boliche se convirtió en pub.
El vaquero ahora es jean, y no lo compramos en la tienda sino en la boutique.
Con él nos sentíamos importantes, ahora en cambio somos vip, number one, aunque lo hayamos comprado en una liquidación, perdón, en Sale.
Y ahora sí, a disfrutar del fin de semana, o para mejor decir, del week end en un lugar secreto, es mas, top secret, en el que no jugaríamos a los bolos, sino al bowling.
Sabemos que allí tendremos la posibilidad de escuchar, al fin, buena música, siempre y cuando ésta sea extranjera.
No vaya a ser que a usted le pase como a mi que -oh, iluso- pretendí comprar un disco -perdón, un compact disc- con una versión orquestada de la danza nacional de nuestro pais: el Pericón.
Para ello recorrí primero las disquerías del barrio, después las de la calle Corrientes desde 9 de julio hasta Aguero, y finalmente cinco locales de la cadena de disquerías más importante: Musicworld ¿o Musi-mundo?
¿ Imagina los resultados?
Si, claro. En los vendedores había sorpresa e incredulidad por el pedido, y en más de una oportunidad desconocimiento del nombre de esa danza.
-¿Peri...qué?- preguntaban. Quizás debiera haber contestado: The National Pericon’s.
Pero no, la obsecuencia del país se trasladó a nosotros, a cada uno de los ciudadanos, y seguimos aceptando, soportando diría. Guardando el mínimo respeto que conservamos para no insultar, en inglés, claro.
Poco nos queda. Al menos guardemos algo de memoria: " Los paises que no mantienen su historia tampoco tienen futuro".
Good bye
jueves, 23 de abril de 2009
¿Made in Argentina?
por Ernesto Frandolich
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario